La Presidenta del CENIDH, Dra. Vilma Núñez de Escorcia, participa del 17° Foro de la Unión Europea / ONGs sobre derechos humano, denominada “Protegiendo la Sociedad Civil y sui capacidad operativa”, este evento que se realiza en Bruselas, Bélgica, los días 3 y 4 de diciembre, en el que participan más de 200 personas, la mayoría representantes de organizaciones de la sociedad civil de distintas partes del mundo, con el conocimiento y la experiencia sobre el tema, junto a los responsables de las Instituciones europeas y Estados miembros, expertos internacionales y regionales, académicos y profesionales.
El foro es organizado por el Servicio de Acción europeo Externo (EEAS) y la Comisión Europea junto a la Red de Democracia y Derechos humanos (HRDN)
En el marco del foro el miércoles 2 de diciembre, se realizará el lanzamiento de la campaña sobre el primer mecanismo integral Defensores de los Derechos Humanos de la UE "Protect the Defenders.eu".
Estas iniciativas son motivadas particularmente para luchar contra las restricciones cada vez mayores a los espacios en el que actúan las organizaciones de la sociedad civil, en su labor de defensa de los derechos humanos. En este espacio las y los participantes analizaran los desafíos que enfrentan, revisaran y reflexionaran sobre la repuesta política de la Unión Europea y organismos regionales e internacionales.
En este evento también se han propuesto identificar formas de mejorar las políticas existentes y su implementación práctica. También se han propuesto como reto fomentar conexiones, intercambios y acuerdos de cooperación.
En el caso particular de Nicaragua, el CENIDH ha denunciado en diferentes ocasiones que las amenazas, hostigamiento, espionaje, agresiones físicas, criminalización y judicialización, fueron la tendencia hacia defensores y defensoras de derechos humanos y periodistas registrada en el año 2014, y la constante campaña de deslegitimación, difamación y estigma impulsadas desde las más altas esferas de los poderes del Estado, los que constituyen en mensajes intimidatorios que se envían a la sociedad en su conjunto y que las coloca en situación de indefensión. La criminalización no sólo afecta a los defensores y defensoras de derechos humanos y a sus familias, sino también a las víctimas y las causas que representan.
Las acciones represivas y de descalificación de la labor de defensores y activistas sociales está encausada a inhibir el desarrollo de los movimientos sociales en la defensa de los derechos humanos, estableciendo el clima del miedo como arma política orientada a generar inseguridad y desprotección de la población, sobre todo a las víctimas de violación de derechos humanos, alimentando la impunidad e impidiendo la plena realización del Estado de Derecho y la democracia en el país.