Líderes y lideresas  indígenas, organizaciones de la sociedad civil y de Bluefields Indian & Caribbean University del municipio -BICU- denunciaron a las instancias administradoras de justicia por su falta de efectividad generadora de impunidad y al gobierno por su falta de beligerancia en el tratamiento a la invasión de colonos en tierras miskitas. Mediante acompañamiento a la Comisión de Waspám  realizado del treinta de junio al dos de julio de dos mil quince el CENIDH  conoció de líderes locales  de graves violaciones de derechos humanos en Waspam.

Los denunciantes señalaron la falta de investigación por parte de las autoridades locales: “La policía no actúa, no resuelve, aquí hay gente muerta, hay testigos, pero la policía no investiga y los casos quedan en la impunidad, cuando denunciamos casos graves constantemente nos dicen que no tienen combustible…estamos solos, nos dejan solos”.  Al respecto señalaron diversos casos en los que hasta la fecha no ha habido una conclusión policial, es decir, ni investigados, ni procesados y mucho menos sancionados. Entre ellos señalaron el caso de cinco personas ejecutadas en Honduras en dos mil catorce donde el Estado de Nicaragua pese a la gravedad del caso no ha hecho gestiones ante ese gobierno para demandar la investigación y sanción de ese delito grave.

Asimismo, denunciaron los constantes conflictos con los colonos calificándolo como una “bomba de tiempo” y señalaron la falta de beligerancia del gobierno en el tratamiento a esta problemática quienes han permitido la ocupación de territorios miskitos  por parte de ex retirados los cuales a través de la fuerza han arrebatado a poblaciones indígenas territorios que ancestralmente le han pertenecido. Esta situación ha generado constantes enfrentamientos entre colonos y miskitos con saldos de heridos y fallecidos, siendo los últimos enfrentamientos los ocurridos el 23 y 25 de junio en la Comunidad Fransia Sirpe, región Tasba Raya, sin que el gobierno haga algo para evitarlo.

También se denunció la violación a los derechos económicos y sociales de la población de Waspám donde la falta de empleo marca la vida de la población, lo que se ve agravado con el alto costo de los alimentos y la falta de agua potable. Al respecto una participante señaló: “Las cosas no están bien, no comemos bien solo arroz y frijoles si tenes suerte los tres tiempos, no hay agua, nosotros no vivimos bien, bebemos agua de pozo, pero no sabemos si es limpia, aquí abundan las enfermedades…”.

Otras problemáticas denunciadas fueron la falta de cedulación, la imposición de líderes por parte del partido gobernante, las represalias a maestros que no se alinean a las directrices del partido quienes son trasladados a comunidades lejanas y la polarización provocada por la partidización  de la vida cotidiana. En este sentido una profesora participantes señaló: “Tenemos vendados los ojos y la boca, tenemos que hablar y escuchar lo que dicen ellos. Hay traslados arbitrarios de profesores. Hicimos un sindicato, pero las autoridades nos dijeron que no, que eso es malo. Aquí estamos mal”.

Para el CENIDH  las denuncias expuestas son graves y merecen una urgente atención de las autoridades competentes a fin de garantizar la plena vigencia de derechos humanos. En tal sentido, demandamos una acción coherente con el discurso gubernamental y de respeto a los derechos específicos de las poblaciones indígenas de esta región históricamente excluidas y violentadas en sus derechos fundamentales.