Este 27 de noviembre un equipo del CENIDH se hizo presente en el municipio de Waspan donde entrevistó a líderes locales y autoridades del municipio a fin de conocer el proceso investigativo en relación al fallecimiento de: Glen Waldan Castro de 20 años de edad de la comunidad Lacuntara Wiswis, Alfredo Adán Esquivel Alvarado de 18 años habitante del casco urbano de Waspán, Donald Benard Herman de 16 años de la comunidad de Lacuntara y Henry Reyes de 30 años de edad, los tres primeros de la etnia miskita y el último originario del Departamento de Chontales.
Estos cuatro nicaragüenses fueron asesinados de forma atroz el 5 de noviembre, todos ellos trabajadores de la finca: “Los Placeres”, ubicada en la margen del rio perteneciente a la Mosquitia de Honduras y propiedad del ciudadano hondureño Francisco Peralta, siendo acusados por diversas personas trabajadores del señor Juan Granados con quien el señor Peralta mantenía una disputa de propiedad.
Según información proporcionada por la Defensora Pública, Doctora Claudia Vargas, quien es además familiar de uno de los fallecidos, hasta el momento no existe acusación formal ni personas detenidas, pues las autoridades hondureñas alegaron que el procedimiento empleado al momento de entregar los cadáveres no fue el adecuado, pues no se hizo en territorio hondureño reconocimiento forense ni diligencias encaminadas a documentar el caso.
Así mismo, manifestó que hace dos semanas los familiares de los fallecidos viajaron a Puerto Lempira en territorio hondureño donde fueron entrevistados por autoridades policiales quienes le informaron que en ese momento habían dos personas detenidas vinculadas al caso, pero que éstas se encontraban detenidas por posesión de armas, pues no habían evidencias suficientes para proceder a acusarlos ante los tribunales por el asesinato de los cuatro nicaragüenses.
Además, Vargas señaló que hasta el momento las autoridades nicaragüenses no se han pronunciado ni han informado a los familiares sobre las diligencias realizadas hasta el momento por lo que todo apunta a que el caso quedará en la impunidad.
Cabe destacar que en la visita del 6 de noviembre a Waspán el CENIDH a través de entrevista al subcomisionado Pedro Muñoz, Jefe de la Delegación policial, conoció que el caso estaba siendo documentado por la policía nicaragüense a fin de enviar dicha información al Ministerio de Relaciones Exteriores. No obstante, en esta visita no se pudo obtener la versión oficial sobre el estado del proceso investigativo, pues al momento de la misma no se encontraban en el municipio los mandos de la Delegación Policial.
Por su parte, la líder local Rose Cunningham manifestó que esta problemática tiene su origen en la invasión de colonos tanto de Honduras como de Nicaragua al territorio de la Moskitia a territorios que históricamente han pertenecido al pueblo mískito lo cual en los últimos años ha generado múltiples conflictos con consecuencias fatales, sobre todo para la población más empobrecida de la zona y la pérdida de terrenos cultivables antes usados para la subsistencia.
El CENIDH demanda que el Estado con diligencia haga lo propio para evitar que este crimen no quede en la impunidad. En tal sentido, no se puede obviar la responsabilidad nicaragüense considerando que los hechos ocurrieron en territorio hondureño por ende es el gobierno de Nicaragua, a través de las instancias correspondientes, quien debe demandar a las autoridades hondureñas la investigación, identificación de responsables y su eventual sanción a fin de que estos hechos no queden en impunidad.
No obstante, notamos con suma preocupación que la actuación del gobierno no se corresponde con la ruta de garantía del acceso a la justicia de los familiares de las víctimas ni con la gravedad de los hechos que conmocionaron a la población de Waspán. El CENIDH demanda acciones concretas, contundentes y urgentes de cara a garantizar el respeto a los derechos humanos de las familias víctimas de este crimen atroz.