Hasta las oficinas del CENIDH se presentaron Ramona Narváez Gamboa y Marlene Yanes Majano, para denunciar que están siendo víctimas de acoso de parte de efectivos de la policía de Chinandega por el hecho de ser familiares de Carlos Narváez Gamboa quien resultó muerto durante un operativo, donde también pereció el suboficial mayor José Gustavo Estrada López, de 39 años.
Las denunciantes manifestaron que Carlos Narváez de 27 años, tenía orden de captura y andaba huyendo, porque le imputaban varios delitos. “hasta la fecha nosotras no sabemos si era cierto, él llegó a la casa, pero ese 12 de julio como a las 11 de la mañana, como cuarenta policías desde el camino ya iban tirando balas, sin importarles que allí estaban cinco niños y niñas, mi hermano ya estaba muerto y los policías le continuaron disparando, pateando y le fracturaron los pies” relató Ramona Narváez.
Por su parte Yuri Marlene Yanes Majano, ex conyugue del fallecido, dice que corrió detrás de sus hijos de 7 y 8 años que iban donde estaba tirado el cuerpo sin vida de Narváez y en ese momento un oficial le disparo, el impacto de bala dio en el celular que ella andaba en el brasier, al caer al suelo los oficiales la comenzaron a golpear a punta pies.
Durante el operativo los policías golpearon y encarcelaron a toda la familia, les botaron, los alimentos que tenían guardados y se les llevaron ochocientos córdobas.
“Desde ese 12 de julio no nos dejan en paz, un oficial de nombre Higinio Castillo nos amenaza con quemar la casa, quemarnos vivos, nos dice que somos basura, que cada uno de nosotros las va a pagar, los chavalos ya no quieren ir a la escuela porque ese oficial se pone afuera y les dice que él mato a su papá y una vez los quiso atropellar con una moto”, aseguró Ramona Narváez.
También dijo que ya no aguantan el acoso de la policía por el solo hecho de ser familia de alguien que supuestamente cometió delito, pero que ya está muerto. Esta situación la denunciaron en Asuntos Internos de la Policía Nacional en Plaza El Sol, pero la denuncia no la tomaron como ellas lo plantearon, es por eso que se presentaron al CENIDH y responsabilizan a estos oficiales por cualquier cosa que les pase a los miembros de su familia. En el caso de Yuri Marlene dice que tiene a cargos a dos hermanos y estos también sufren del hostigamiento policial.
La Abogada del CENIDH, Brenda Rojas manifestó que esta denuncia es grave, e insta a la policía que investigue los hechos de violencia, independientemente de los delitos cometidos por el pariente de las denunciantes, la policía no puede ensañarse con los familiares, si Carlos Narváez cometió delito, al morir prescribió el delito. Para concluir recordó que los métodos de coacción son considerados tortura.