Hambre, sed, golpizas y torturas es lo que vivieron los adultos mayores y los jóvenes que los apoyan en los primeros cinco días de protesta en las inmediaciones del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Distintos momentos de tensión se vivieron en la semana al llegar los adultos mayores al edificio del INSS en demanda de su pensión reducida, donde fueron sitiados por la policía que negó la entrada de agua y alimentos. Jóvenes y otros sectores que les apoyaban fueron víctimas de la represión al intentar llevarles víveres. 

A las cuatro de la mañana del sábado 22 de junio, cuatro camiones de la Alcaldía de Managua y más de trescientas personas encapuchadas que vestían camisetas de la Juventud Sandinista llegaron hasta el lugar con el grito “todo el mundo al suelo”, en eso momento inició una de los actos más cobardes cometidos por el actual gobierno de Daniel Ortega, sus turbas vapulearon a todos los presentes, arrasaron con la comida, el agua y las medicinas de los adultos mayores, sus champas y todo lo que encontraron, golpeándolos sin compasión alguna.

Los jóvenes que por días cantaron y bailaron mientras atendían a los ancianos y apoyaban su protesta fueron vapuleados, les robaron su dinero, sus documentos, teléfonos celulares y vehículos, al mejor estilo de la Guardia de Somoza. Después de vapulearlos les dieron diez segundos para correrse antes de seguirlos golpeando, mientras algunos policías presentes en el lugar también incurrió en agresiones a los jóvenes, violentando flagrantemente los derechos humanos de los adultos mayores y quienes les apoyan, resultando al menos una veintena de jóvenes lesionados y ocho vehículos robados. 

Un equipo del CENIDH, encabezado por la Dra. Vilma Núñez de Escorcia se presentó en el lugar desde las cinco de la mañana logrando rescatar a algunos jóvenes que aún estaban atrapados, posteriormente en horas de la mañana se presentó Monseñor Silvio José Báez,  junto a Monseñor Leopoldo Brenes, quien calificó la violencia de los seguidores de Daniel Ortega como “terrorismo de Estado” y les hizo un fuerte llamado a los agresores a regresar a sus casas, a no seguir produciendo más violencia y ser consecuentes con el discurso cristiano, socialista y solidario del gobierno, llamado que no fue escuchado. Desde ese día, cientos de simpatizantes sandinistas son llevados hasta el lugar con camisetas nuevas de la Juventud Sandinista y surtidos de la logística necesaria para permanecer en el mismo.

A pesar del derroche de dinero que significa mantener la presencia de los cientos de miembros de las fuerzas de choque en las inmediaciones del INSS y la marcha en “apoyo al gobierno”, prevista a realizarse en horas de la tarde de hoy 24 de junio, en contra los ancianos que pretenden desestabilizarlo, el gobierno insistió a través  de Roberto López, Director Ejecutivo del INSS, en no tener dinero para satisfacer “la demanda justa” de los adultos mayores, a los que se refirió como “utilizados por la Derecha”.