El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) manifiesta su preocupación sobre el rumbo que mantiene la “Mesa de Negociación”, que se lleva a cabo entre personeros del gobierno Ortega Murillo y representantes de la Alianza Cívica, que hasta ahora no ha logrado resultados concretos mientras más de 800 ciudadanos presos políticos y sus familiares continúan padeciendo una prolongada tortura física y psicológica.
Los numerosos comunicados conjuntos y las recientes declaraciones ofrecidas por los voceros del régimen en dicha Mesa de Negociación, dejan en evidencia que hasta ahora Daniel Ortega y Rosario Murillo únicamente están ganando tiempo para evitar la aplicación de las sanciones internacionales y que no tienen la mínima intención de cumplir o aceptar ninguno de los puntos de compromiso por la justicia y la democracia planteados por la Alianza Cívica.
El Cenidh no encuentra la lógica de un diálogo que a la luz de los acontecimientos y lo declarado por los personajes del régimen, no arrojará los resultados que esperan los nicaragüenses para resolver una crisis que se agravó a partir de abril de 2018 y que tiene sumido al país en la peor tragedia de derechos humanos de su historia.
Según el más reciente comunicado, la Mesa de Negociación acordó “fortalecer los derechos y garantías ciudadanas establecidas en la Constitución Política que contemplan las libertades individuales y sociales, y el respeto a los derechos humanos de los nicaragüenses”, derechos que nunca debieron ser conculcados, sin embargo, todos los días se conocen más violaciones, detenciones de ciudadanos por protestar cívicamente, y paralelamente la justicia cuyos hilos se manejan desde El Carmen, anuncia la prolongación de 44 audiencias de presos políticos, en un alarde de cinismo y burla para el pueblo nicaragüense.
Como organismo de derechos humanos, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos demanda y exige a lo inmediato el respeto absoluto de los derechos humanos de los nicaragüenses, sin que exista de por medio ningún tipo de acuerdo o negociación puesto que los derechos humanos no son negociables.
Managua, 28 de marzo de 2019.