Miembros de la familia Hernández Galeano y Méndez Evans se presentaron al CENIDH para denunciar el abuso de autoridad de dos oficiales de policía de la Estación II,  con identidad hasta ahora desconocida, que tuvo resultado la muerte de Pablo Enrique Hernández Galeano por impacto de bala y Carlos Alberto Méndez Evans herido, este último era el conductor de la moto en la cual se trasladaban al momento del hecho ocurrido la madrugada del 18 de noviembre, en el barrio Monseñor Lezcano.   

Según testimonio de Méndez, en la madrugada del 18 del corriente, andaba con su amigo Pablo y ya se dirigían a sus respectivas casas cuando los oficiales les dieron señal de alto, pero estaban en una intercepción que no se podían detener en el instante y avanzaron unos 30 metros de donde estaban los oficiales que no eran de tránsito y automáticamente el oficial sacó el arma, disparando e impactando el cuerpo de Hernández, terminando la bala alojada en el tórax de Méndez.

El denunciante agregó que su amigo cayó de la moto porque Méndez no podía sostenerse y tomó la decisión de abandonarlo por temor a ser asesinado por los agentes policiales. Por su estado sus familiares lo llevaron al hospital Lenin Fonseca, hasta donde llegaron varios policías a interrogar a Carlos Méndez, le hicieron la prueba de parafina, y querían que firmara un documento, el cual se negó a firmar porque desconocía su contenido.

Méndez demandó que se investigue y sancione a los  oficiales que cometieron el delito, “no me parece justo que mi amigo este muerto y yo herido, cuando no hicimos nada en contra de los oficiales, ellos  no tienen derechos de quitarnos la vida, ellos deben protegernos a los ciudadanos”.
Por su parte Rosario y Linda, madre y hermana de Pablo Enrique Hernández Galeano, demandaron que se hiciera justicia y se sancione como corresponde a los responsables de la muerte de Hernández. También demandaron que las autoridades policiales indemnicen a la esposa e hijos de la víctima porque él era único sostén económico de la familia. Hernández dejo en la orfandad a un niño de nueve años y su esposa con tres meses de embarazo.

Por su parte Carlos Alberto Guadamúz, abogado del CENIDH dijo que van a acompañar a los denunciantes en este proceso, para que sea transparente, se realicen las investigaciones necesarias y se sancione a los oficiales de policías responsables de este hecho como corresponde, ya que esta nueva tragedia que afecta a la familia Galeano es por el uso excesivo de la fuerza de efectivos de la policía nacional.

Guadamúz destacó la preocupación del CENIDH porque en los últimos meses públicamente se han conocido casos similares donde miembros de la policía abusando de sus armas de reglamento, disparan contra ciudadanos nicaragüenses, tal es el caso reciente del Joven de Totogalpa, la balacera en la carretera norte y ahora este caso en el que Pablo Enrique Hernández Galeano, resulto muerto y su amigo Carlos Alberto Méndez Evans herido, por supuesta equivocación de los oficiales de policía.