Las y los defensores de derechos humanos son aquellas personas que, de manera individual o colectiva, llevan a cabo cualquier labor o acción tendente a la promoción, defensa y reconocimiento de los derechos humanos en su conjunto o algunos de éstos en específico, ya sea que se trate de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos, ambientales o culturales.

Las y los defensores de derechos humanos realizan una labor fundamental en la consolidación del Estado de Derecho y de una sociedad democrática, ya que coadyuvan con el deber del Estado de promover y proteger los derechos más esenciales de las personas, a través de las acciones que realizan en favor de la promoción y defensa de los mismos. Sin embargo, las violaciones a los derechos en perjuicio de defensores de derechos humanos en Nicaragua, son cada vez más comunes y constantes.

En este sentido, la Filial del CENIDH en Chontales ha capacitado a promotores y promotores de derechos humanos de la Red Padre César Jerez de Derechos Humanos de Boaco, Chontales, Nueva Guinea y El Rama sobre los mecanismos de protección para los defensores y defensoras de derechos humanos que se encuentran en la Constitución y en los instrumentos internacionales entre estos la Declaración sobre Defensores de  Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En razón de su participación en la lucha a favor de los derechos humanos, los y las promotores expusieron sobre las diversas amenazas, abusos, actos de hostigamiento, intimidación y ataques a sus libertades fundamentales, por parte de autoridades, personas allegadas al partido de gobierno y sujetos violadores de derechos humanos, lo que los constituye en un grupo en especial situación de vulnerabilidad.

Dennis Báez Orozco Coordinador de la Filial del CENIDH en Chontales, después de haber escuchado a los participantes, externo su preocupación por el desconocimiento de parte de las autoridades de los instrumentos de protección internacional en materia de derechos humanos, lo que trae como consecuencia actitudes violatorias a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos, y a la Constitución Política de Nicaragua.

Resulta aún más grave que esos riesgos y presiones afectan también a los familiares de defensores, a quienes en muchas ocasiones se extienden las amenazas, con el ánimo de generar miedo en los promotores/as de derechos humanos  y coaccionarlos para que desistan de las actividades que realiza a favor del reconocimiento, promoción, prevención y defensa de los derechos humanos.

Ante esta situación, resulta decisivo conocer de manera clara la problemática que enfrentan las y los defensores, denunciar las violaciones de sus derechos y demandar al gobierno adopte medidas eficaces de protección para los defensores y defensoras en Nicaragua.