Johana Balmaceda acudió al CENIDH para denunciar que su hermano Walter Balmaceda fue juzgado por motivaciones políticas, ya que en Ciudad Darío es conocido por tener una posición adversa a éste gobierno, condenándolo a 18 años de prisión.
La denunciante dijo que el único delito de su hermano Walter es haberle prestado el servicio a la Alcaldía de Ciudad Darío de transportar a simpatizantes del FSLN a la celebración del 19 de julio, lo cual ha hecho desde hace años.
Doña Johana recordó que el domingo 20 de Julio, a su hermano lo llamaron a declarar a la policía de Ciudad Darío y estaba presente el jefe policial de Matagalpa, le preguntaron si en el bus que él conducía iban los cuatro pasajeros que venían de Las Pilas, lo cual confirmó al día siguiente por la noche el alcalde de Ciudad Darío Ángel Rafael Cardoza, conocido como “Chulín”, quién le dijo que tenía que venir al Chipote a reconocer a los cuatro hombres de Las Pilas.
“A mi hermano lo trajeron con engaño, supuestamente solo venía a reconocer a las personas que tenían como presuntos culpable. El 22 fue llamado a presentarse nuevamente en El Chipote, le decían que él era un testigo protegido por ellos supuestamente, pero allí lo dejaron preso y al inicio no daban información sobre su paradero”, dijo doña Johana.
Los familiares de Balmaceda manifestaron su indignación porque para él la fiscalía pidió una condena de 18 años de prisión y dos años de prisión para los de Las Pilas que supuestamente fueron quienes tiraron las piedras, “esto es ilógico, esto lo tienen que revisar las autoridades” expresó la Señora Balmaceda.
Se exige a la fiscal, al juez y a los abogados que evidencien el proceso de su hermano, ya que considera no han presentado las pruebas concretas de su culpabilidad, manifestando que este proceso se ha basado en suposiciones, porque no existen pruebas que impliquen a su hermano, a su vez pide que lo trasladen a Matagalpa ya que no tienen la posibilidad de venir a verlo, y poder dejarle comida, no es solo una injusticia hacia él, sino a su propia familia.
Por su parte Norwin Solano Mairena, abogado del CENIDH, dijo que el proceso y resultado del juicio fue arbitrario, en la forma como se procedió y en el resultado del mismo. Es decir no se valoró la defensa de Balmaceda y eso lo puede observar la sociedad nicaragüense en su totalidad que no se valoró ni una sola de las pruebas presentadas por parte de la defensora o por la parte contraria a la tesis que planteaba la Fiscalía, se evaluó únicamente el punto de vista y el ángulo planteado, tanto por la policía y al final que lo retoma la Fiscalía, en donde ningún acusado resultó ni con un agravante ni con un atenuante.