El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) en coordinación con la Casa de la Mujer de Bocana de Paiwas, realizaron un Encuentro de Mujeres en Bocana de Paiwas, con la participación de aproximadamente 120 mujeres de distintas comunidades de ese municipio quienes analizaron las problemáticas que enfrentan cotidianamente y en base a estas, identificaron demandas que serán planteadas al gobierno local e instituciones del Estado.
Las participantes expusieron que existencia de un marco jurídico y político que no se traduce en acciones concretas que mejoren las condiciones de vida de la población. En este sentido, señalaron la existencia de dos Ordenanzas referidas a la violencia de género presentadas por la Casa de la Mujer al Consejo Municipal hace cuatro años, pero que ninguna de ellas fue apoyada por el gobierno local para su implementación. Al respecto, Marilin Duarte, coordinadora de la Secretaria de Género de la Alcaldía de Paiwas manifestó que está prácticamente solo existe de nombre, pues carecen de asignación presupuestaria y de recursos humanos para su debido funcionamiento, pese al compromiso de asignar el 3 % del presupuesto municipal. 
Celia Contreras, Coordinadora de la Casa de la mujer de Bocana de Paiwás, dijo que desde el quehacer cotidiano de la organización acompañan a mujeres víctimas de violencia, muchas de estas tienen que recorrer grandes distancias para presentar sus denuncias, sin embargo, el trato que reciben de los operadores de justicia no es el más adecuado, “reciente tuvimos un caso de violencia física, el médico forense no quería atender a la mujer a pesar que su estado era deplorable, dijo que hasta el lunes, cuando mucho de las lesiones serian menos visibles”. Contreras lamentó la falta de reconocimiento de las mujeres como sujetas de derecho y a ellas mismas como defensoras de derechos humanos de la que son víctimas ante las instancias de la administración de justicia sobre todo en el acceso a la atención de las víctimas.
Una de las participantes de las participantes en Foro dijo que muchas mujeres no denuncian la violencia de la que son víctimas porque no confían en que las instituciones, pues consideran que al final no habrá justicia quedando el caso en impunidad. Esta situación se ve agravada por la fragilidad de las instituciones públicas como al policía que solo cuenta con dos elementos, el Ministerio Público no tiene presencia en el municipio, la Defensoría Pública actualmente no tiene  oficinas donde brindar atención.
Otras problemáticas señaladas fueron: el alto índice de mujeres analfabetas sobre todo en las poblaciones rurales; las concepciones machistas como generadoras de violencia contra las mujeres; el alto índice de mujeres embarazadas, en ese sentido denunciaron que el SILAIS niega a brindar datos a fin de esconder las cifras reales de esta problemática en muchos casos vinculado a abuso sexual; la falta de infraestructuras adecuadas; la falta de cobertura de los programas de gobierno destinados a mujeres. Al respecto, en un grupo de 25 mujeres consultadas en el encuentro solamente 3 señalaron haber sido beneficiadas por algún programa de gobierno. 
Las participantes en su mayoría campesinas demandaron el cumplimiento de sus derechos, por su parte representantes de organizaciones como la Casa de la Mujer exigieron se escuchen las demandas de las mujeres, se les tome en cuenta  como sujetas de derecho y no como objeto de dadivas o favores y que se activen algunos espacios actualmente inoperantes como la Comisión Interinstitucional la cual desde su creación hace dos años no ha convocado ninguna vez a las instituciones y organizaciones participantes. Finalmente, valoraron positivamente esta actividad al considerarlo un espacio para la discusión de los problemas que les aquejan y que limitan su desarrollo.
Para el CENIDH este encuentro constituyó un espacio de diálogo, reflexión y acercamiento a las necesidades de las mujeres rurales, así como el inicio de un proceso que culminará con la construcción de una Agenda Municipal de Mujeres, siendo además una oportunidad para reflexionar, tomar posición y organizarse de cara a demandar la vigencia de los derechos humanos de las mujeres en este municipio.